Es una planta herbácea de la familia de las Leguminosas, originaria de Asia Oriental.
En su valor nutritivo se parecen a las frutas y verduras ya que contienen gran cantidad de vitaminas -en especial A, B, C, E y K-, calcio, fósforo, potasio, magnesio, hierro.
Además, son alimentos que engordan muy poco porque aportan muy pocas calorías ( sólo aportan 30 kcal por cada 100 gramos).
Contienen un alto contenido en proteínas, de dos a tres veces más que la carne, y estas proteínas son de alto valor biológico; también contiene lípidos, hidratos de carbono y fibra.
El organismo necesita las proteínas para la formación de tejidos. La soja contiene todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede sintetizar y, por lo tanto, debe recibirlos de los alimentos.
1 kg de soja equivale en cuanto a proteínas a 2,500 kg de carne, 12 litros de leche, 2 kg de queso o 5 docenas de huevos.
Su consumo es recomendado en casos de anemia y para personas con el estómago delicado.
Algunas de las propiedades terapéuticas son: disminuir los sofocones de la menopausia, prevenir el cáncer, las dolencias cardiovasculares -la angina de pecho, el infarto, el ictus, etc.-, disminuir el exceso de colesterol en sangre, mejorar la osteoporosis, las alteraciones producidas por radiaciones, el cansancio, el estrés, regular la glucemia (por lo que es muy importante para los diabéticos). También ha mostrado buenos resultados en el alivio de trastornos del sueño y de pérdida de la libido (inapetencia sexual).
En los países orientales se come soja como una alternativa al consumo de la carne; es así que por su riqueza en proteínas y su gama completa de aminoácidos esenciales, la misma puede sustituir a este alimento o a la leche animal, siendo un producto en especial recomendable para aquellas personas que pretenden adoptar una dieta vegetariana.
La soja es muy rica en calcio, por lo que resulta adecuada para aquellas personas que no pueden tomarla porque tienen intolerancia a la lactosa. Además, comer este alimento de forma habitual es una buena manera de conservar los huesos en buen estado y prevenir fracturas. Una ración de 250 g de soja proporciona el 50 % de las necesidades diarias de calcio.
Lole Romero Henestrosa.
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